Esta es una de esas sesiones que surgen por casualidades. La fotografía premama tiene miles de facetas, y esta es una de las más tiernamente salvajes, una madre con mucha tinta en el cuerpo y una nena para comersela, ¿se puede pedir algo más?
Esta es una de esas sesiones que surgen por casualidades. La fotografía premama tiene miles de facetas, y esta es una de las más tiernamente salvajes, una madre con mucha tinta en el cuerpo y una nena para comersela, ¿se puede pedir algo más?
La fotografía de embarazo es un bonito recuerdo que va ganando valor según pasan los años. Es un momento fugaz y si tienes la suerte de salir de cuentas en una época del año con unos atardeceres como este es perfecto, naturaleza con naturaleza.