Muchas veces nos complicamos buscando lugares a decenas de kilómetros de casa, intentado encontrar el marco más increíble para una sesión de fotos en familia, pero sin darnos cuenta que el mejor escenario son los rincones con personalidad de la propia casa. En este caso Juliana lo tenía claro, quería un reportaje en casa, y lo más curioso de todo, quería todo el reportaje de fotos en blanco y negro. Yo no podía estar más contento con la idea. Son un enamorado del blanco y negro y de retratar a la gente en sus espacios, con su historia. Además ya conocía a esta encantadora familia del reportaje en otoño que les había hecho hace un año.
Así que dicho y hecho, una tarde me planté en su casa y disfrutamos de correr, de jugar, de merendar y en definitiva de disfrutar de una sesión de fotos infantil.
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